Tampografía en regalos promocionales


La tampografía es uno de los sistemas de impresión con mayor campo de aplicación de toda la industria, debido a que su mecanismo de funcionamiento permite imprimir sobre casi cualquier material, sin importar las deformaciones que tenga el material, es decir, con la tampografía, es posible imprimir sobre superficies curvas o rugosas. Por esta razón, es uno de los sistemas de impresión más versátiles en la actualidad.

El proceso de tampografía, requiere de tres elementos principales que serán explicados a continuación:

Tintero Cerrado

Estos equipos son los que contienen la tinta que se utiliza para realizar la impresión, su composición consiste en una copa de hecha de aluminio y un aro de cerámica, junto con un soporte para el clisé.

De esta manera, el tintero evita que en la impresión la tinta sufra de variaciones en el tono. Asimismo, es un instrumento que, a diferencia de los tinteros abiertos, no requiere de limpieza diaria, lo que ahorra tiempo y esfuerzo.

Tampón

Esta pieza será el medio a través del cual el diseño será impreso sobre la pieza. Como ya mencionamos anteriormente, la tampografía permite imprimir sobre cualquier tipo de superficie; esto se logra gracias a que los tampones están hechos de materiales flexibles como el caucho o la silicona.

En este sentido, el tampón recoge la tinta del diseño deseado y la lleva hacia la superficie, donde a través de la presión, queda grabado sobre el material.

Clisé

Esta es una tapa o chapa de acero, en la que es grabado de forma hueca el diseño deseado, en este se deposita la tinta necesaria para la impresión. Posteriormente, el clisé es barrido con un fleje de acero extra fino, conocido con el nombre de Racla, lo que deja únicamente tinta en el clisé. Luego, el tampón es presionado contra el clisé para recoger la tinta que se encuentra en este y la lleva hasta la superficie donde se realizará la impresión.

Por esta razón, se dice que la impresión con tampografía es un sistema de impresión indirecto, ya que la tinta requerida para el diseño no se coloca directamente sobre el material donde se va a imprimir, sino que el tampón es el responsable de transferir la tinta hasta el material.

Así, la alta flexibilidad de los materiales con que están hechos los tampones, permiten que la impresión se haga sobre cualquier superficie, sin importar el tamaño de esta ni su rugosidad o curvatura.

Siguiendo este orden de ideas, la capacidad de poder adaptarse a cualquier superficie, hace que la tampografía sea muy utilizada en las impresiones que se realizan en juguetes. A lo mejor, en casa, tú tienes una de esas tazas de café que tienen dibujos o patrones en ella. Dichos dibujos o patrones fueron impresos en la superficie curva de tu taza, gracias a la técnica de la tampografía.

La historia de la tampografía se remonta al año 1969, cuando Pierre Schmind, un relojero suizo, buscaba reducir el tiempo y esfuerzo que se invertía en la decoración de sus relojes.